domingo, 26 de julio de 2009

Los ensayos según Bartís.



"El ensayo es como una especie de estallido, de pura intensidad, de pura búsqueda, donde más que nunca la obra, el tema, las ideas, quedan como una referencia violentada y acribillada por el mecanismo de despliegue que el ensayo propone."

"El ensayo como campo de batalla, si, es una buena definición, como estallido, porque es una actividad que se hace grupalmente. ... Cuando los ensayos son interesantes el nivel de estímulo es muy grande y uno siente que es impulsado, que aunque esté poco claro todavía el material, la narración, hacia donde vamos a ir, el lenguaje, uno siente el estímulo gozoso de una materia nueva que está circulando y que ya no son las ideas, ni son la traducción de las ideas, sino pura materialidad escénica. Materialidad que tiene discurso, que tiene palabra, que tiene temas, pero que ya son parte de un mecanismo teatral donde las escenas en lo aparente a veces se ignoran entre sí, cuyo entrelazamiento y su lógica deviene de lo escénico y no del sentido."


Cancha con niebla, Ricardo Bartíz, Jorge Dubatti, Atuel Teatro, Argentina.

(Para mis estudiantes, llenos de dudas, por suerte...)

Más de Bartís: la verdad está en el lenguaje



"El teatro, sumatoria de escenas que se ignoran, que se hacen señas entre sí, que se desconocen. El intento de a través de los procedimientos teatrales de crear una malla, una ligazón que no es el sentido, que no es la narración tradicional, sino la construcción poética que genera una "verdad" proveedora de formas: el lenguaje"

"Uno debe creer en el ensayo. Producir un "nosotros", aislado del mundo, muy singular, como si fuera un grupo de expedicionarios perdidos en el desierto en búsqueda de una especie de talismán, que sería la obra o el espectáculo que durante mucho tiempo no existe y se ve como una quimera, como algo utópico, que uno necesita encontrar para darle legalidad a ese deseo y esa voluntad de juntarse y ensayar."

El oficio del actor

"Creo que el actor no ejecuta sino que se ejecuta. Es decir, de alguna manera, se suicida para ser otro. Lo interesante nos es tanto la composición del personaje sino la descomposición de la persona. Cierto tipo de técnicas se han preocupado casi exclusivamente por la construcción de ese otro sin atender a que, curiosamente, el ser actor, también entraña ese movimiento sacrificial por el cual alguien similar a cualquiera de nosotros, de pronto nos es infinitamente extraño por el lugar en el que queda colocado. Ese lugar desde donde representa, a través de una gran condensación expresiva, aquello, que nosotros, espectadores, también somos.
El asistir a este ritual, a esta transformación, implica un verdadero momento de fractura dentro del actor; es un toparse con ciertas zonas oscuras...

...el actor es la sustancia, y la actuación es la tarea... el actor: ese conjunto de recuerdos, fantasías, asociaciones, músculos y lastimaduras. Ahora la tarea sería justamente la ejecución como yo, desde ese que soy, produzco un movimiento que me hace desaparecer para que aparezca el otro, el personaje. desparecer en un sentido aparente, porque por otro lado, nunca estoy más presente, que cuando estoy actuando."

El objeto teatral es el cuerpo del actor, sus emociones, sus sentimientos, sus experiencias, y se ponen en juego para crear una realidad paralela que da por resultado un cuestionamiento ostensible de la realidad como tal.


El actor actúa la obra y otras cosas que le suceden en ese momento, la percepción de la sala, su propia historia personal, asociaciones, ritmos, texturas. Multiplica el propio sentido en el momento mismo de realizarla. ... (y debe evitar) la presencia de fuerzas negativas durante la actuación que tienen que ver con no sumergirse plenamente en el acontecimiento que está sucediendo..."

Ricardo Bartís, Cancha con Niebla, editor Jorge Dubatti. Atuel Teatro, Argentina.

Cuestiones Teatrales (By Ricardo Bartis)

 



(Tomado del libro: Cancha Con Niebla de Ricardo Bartís, editado por Jorge Dubatti. Atuel Teatro.Argentina)
Para mis estudiantes que inician este segundo semestre con más dudas que certezas, como debe ser...

De que estamos hablando...

"... el deterioro del pensamiento crítico, la falta de audacia poética, producen lenguajes cada vez más convencionales, en los cuales el fenómeno televisivo y cierto empobrecimiento general han engendrado un espectador cautivo de discursos narrativos de una gran ingenuidad, con una gran inclinación por las modalidades de representación, es decir por las historias en las que la trama se desarrolla y en las que existen personajes con perfiles psicológicos que dan cuenta de su desarrollo en esa historia. Esta forma de hacer teatro constituye una opinión sobre la realidad y una repetición de ideas que conforman un concepto de lo teatral: la creencia de que el relato teatral, està en la historia, en el texto. Esta convicción, asì como la vigencia de nociones como estructura dramática, representación, verdad, verosimilitud, conforman el campo de ideas y estrategias de construcción del teatro dominante.

Existe una sustancial diferenca entre esos conceptos y el de un teatro que apuesta a la creencia de que es la búsqueda de la dirección y los actores lo que funda el lenguaje escénico y de que la obra no preexiste a los cuerpos en el escenario, los cuales producen otra narración, otros volúmenes, texturas y velocidades diferentes, multiplicidad."

No ilustrar

"Una idea sería no ilustrar. ... Existe un elemnto novísimo que es el cuerpo vivo del actor, que instala una presencia singular y trata de extender el tiempo como acontecimiento, no como realidad. Como en el amor, como en el fútbol, se produce una situación de umbral, un encuentro de orden existencial profundo entre el que está expectante y el que actúa. El teatro en suma, no es sólo un texto, sino una multiplicación de relatos donde se mezcla la sala, los actores, los cuerpos, los ensayos, el público y hasta la vida sexual:"

"No se puede actuar sin un impulso pasional".
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viernes, 17 de julio de 2009

Tres hermanas: allá vamos!


Tres Hermanas y Cuatro mujeres, inician su intenso viaje hacia noviembre. Allá vamos!!!!

Sarah Bernhardt: Biblioteca Digital Mundial



Sarah Bernhardt: puzzle en diez ... - Biblioteca Digital Mundial

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Postales increíbles de Sarah Bernhardt: la actriz que Chéjov odiaba, supuesto modelo para su Arkadina. Son de la maravillosa Biblioteca Digital Mundial. Sitio muy recomendable!.

sábado, 11 de julio de 2009

Ensayo general...

 
 
 
y llegaron los amigos y familiares, y las gradas de la sala de la EMAD se llenaron de caras amigas.
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Minutos antes

 
 
 
Otras formas de ajustar los detalles finales en escena.
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Dos galanes

 
 
El Platonov de Rosina, y mi asistente de cátedra, el galanaso Andrés Papaleo... Antes de arrancar el ensayo general.
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Rincón y silencio

 
 
Mientras ella prefiere el rincón silencioso para prepararse...
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En la sala...

 
 
Mientras en el camarín unos se distienden o preparan, en la sala ellas prueban cosas, repasan y trabajan, cada uno a su manera prepara su alma, su voz, su cuerpo, para actuar.
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Camarines

 
 
 
Ajustes de vestuario, fotos de amigos y compañeros de aventuras en la EMAD. Antes del ensayo general, todos trabajan o se distienden.
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Llegó el día

 
 
 
En el que actores y diseñadoras se encuentran con el destinatario final de su trabajo: el público. La sala está pronta. Y los ánimos también. Se trabajó mucho y muy bien para llegar hasta aquí. Los felicito.
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viernes, 10 de julio de 2009

La importancia del ritmo de la escena: hoy llega el público


Dice el maestro Ricardo Bartís:

"Quiero decir que lo que empezás a ver es que la escena tiene un ritmo y tiene unas características. Y la escena es también las personas que trabajan, obviamente, y que esas personas tienen peculiaridades poéticas que hay que respetar y que no hay que someter o achicar esa potencia para encuadrarla en el marco de lo que diríamos es el personaje, ya sea como composición física o como características psicológicas. O el texto, en el sentido de creer que el texto es su… no sé… su entonación, su gramática, su temperatura, cuando eso le va a pertenecer al actor y a la opinión que el actor tenga sobre ese texto y esa situación."

Hoy Chèjov respirará en mano de los actores y actrices de Cuarto Año Nocturno de la EMAD. A ellas y ellos y a Lucía y a Malena, las diseñadoras, les deseo una bella noche y mañana una buena Muestra. Hoy y mañana el público los verá opinar sobre Chéjov, los verá respirar y ser.

Disfruten.
Viaje intenso que abre nuestro inicio del montaje de Tres Hermanas.

jueves, 2 de julio de 2009

Actuación según Eduardo Pavlovsky

Los Solos, avanzan. Y pasan cosas, que nos hacen hablar de la actuación y del oficio del actor. Esta entrada va para María y toda la clase.
Está publicada en una revista digital: Saverio.
Dice Pavlovsky

Cuando descubrí el teatro lo descubrí como actor, pero confieso que nunca tuve miedo de exponerme con todos "mis traumas" en el escenario. Se que llovían las criticas sobre mi exhibicionismo y mis raras tendencias psicopáticas; sin embargo yo sentía que crecía, que la creación artística me enriquecía y que mi interpretación dramática sobre determinados personajes me ayudaba a comprender mejor ciertos fenómenos psicopatológicos; la creación artística humaniza, sensibiliza, enriquece.
¿Por que sos actor?, me preguntó un día un analista. Porque puedo, le respondí. Dice Fenichel: "Mejor actor sería aquel que no hubiera desarrollado todavía una verdadera personalidad distinta, que estuviera dispuesto a re­presentar cualquier papel que se le ofreciera, que no tiene ego sino que más bien un montón de posibilidades de iden­tificación ".


Dice Weissman en La creatividad en el teatro: "Del mismo modo' que el actor, el exhibicionista sexual esta constituido de tal manera que sus perversiones también tienen calidad de representación que debe continuar. El exhibicionista, como el actor, puede vestir también con ropas del sexo opuesto, o del mismo sexo, para negar la angustia inconciente de haber sido castrado. El exhibicio­nista y el actor se ven continuamente obligados a represen­tar otra identidad, lo que reduce temporalmente su ansie­dad. El uso legítimo que hace el actor de trajes y papeles proporciona una solución satisfactoria a sus ansiedades por miedo a perder el pene, así como la búsqueda de una imagen corporal".

Es curioso: yo no quisiera oponerme de plano a este tipo de interpretaciones, porque no hay duda de que el actor necesita de un cierto nivel de exhibicionismo para actuar. Es más, lo he comprobado en mí; personalmente soy un tímido fóbico que utiliza técnicas contrafóbicas para vencer sus miedos infantiles. Mi asma infantil sería un buen ejemplo de esta naturaleza.

Pero mi experiencia como actor me ha mostrado también que se puede realizar estéticamente un personaje en forma correcta, cuando se han podido elaborar y aceptar los aspectos más rachazados de uno, incluidos en el personaje. Cuando realicé el papel de un homosexual en la obra Atendiendo al señor Sloane, tuve que ponerme en contacto con toda mi homo­sexualidad y mi mundo perverso latente. Al principio no podía jugar bien el papel, porque no aceptaba mis posi­bilidades homosexuales. Me defendía rígidamente de este pa­pel. Sin embargo, en la medida en que pude analizar y acep­tar todos mis componentes femeninos pasivos, sin por esto tener temor de perder mi pene, "mi virilidad”, comencé a jugar el papel con gran soltura y tuve una clara visión de mis tendencias femeninas. Fue un verdadero hecho terapéutico y, lejos de despersonalizarme y disociarme, el profundizar en el papel y en mi homosexualidad me permi­tió comprender mejor no solo mis fantasías femeninas sino también la homosexualidad de mis pacientes. Fue una verdadera "catarsis de integración" (J. L. Moreno). El actuar roles alejados de mis tendencias habituales ha enri­quecido mi experiencia profesional psiquiátrica.

...

Aprendemos los gestos de nuestra familia y los roles contradictorios que nos comprimen. Al proyectarnos hacia nuevas posibilidades creadoras volvemos a pensar en nuestras viejas desviaciones y viejos gestos. Somos mas ricos, pero con los gestos y mi­radas del pasado. Intentamos superarnos y en nuestra misma superación se develan nuevas contradicciones y nuevas formas de conducta.

El creador, hombre de teatro, no repite en sus obras sólo los gestos de su infancia, sino que su obra es también la superación de ese pasado condicionado­. Esa obra es la singular y específica forma de inrentar superarlo. Un dramaturgo en cada obra no repite, sino que construye la superación de su pasado. Su forma especifica de esa lucha desesperante por superar su pasado es el diálogo teatral. Las obras jamás revelan los secretos de la biografía, que solo puede ser el simple esquema que nos permita descubrir dichos secretos en la vida misma.

Dice Ionesco: "La creación supone una libertad to­tal, se trata de un proceso diferente al del pensamiento conceptual. Hay dos tipos de conocimiento: el conocimiento lógico y el conocimiento estético, intuitivo. Cuan­do escribo una obra de teatro no tengo idea de lo que va a ser. Tengo ideas después. Al comienzo es solo un estado afectivo. El arte para mí consiste en la revelación coti­diana de ciertas cosas que la razón y la mentalidad coti­diana me ocultan. El arte atraviesa lo cotidiano, precede de un segundo estado. Llamo a esto mis obsesiones. Angus­tias. Las de todo el mundo. Sobre esa identidad se funda solamente la posibilidad del arte. Mi teatro es la proyección de mi mundo interior en el escenario".

Grotowsky

El actor, al menos en parte, es creador, modelo y creación sintetizadora en una sola persona. No debe aver­gonzarse como si todo esto condujera al exhibicionismo.

"Debe ser valiente, el valor del desamparo, el valor de revelarse a sí mismo.”

"El actor no debe ilustrar sino llevar a cabo un acto del alma a través de su propio organismo.”

"De ahí que se encuentre enfrentado a dos alternati­vas extremas, o bien puede vender bochornosamente su Yo encarnado, haciendo de sí mismo un objeto de prostitución, o bien, por el contrario, puede darse a sí mismo, santificando su Yo encarnado".

Las ideas de Grotowsky parecen residuos en una lu­cha que entrevera los bajos fondos del instinto con la ac­tividad racional y mística del hombre. Su dialéctica se sitúa entre la reverencia y destrucción del mito, entre la adoración y la blasfemia.
Para Grotowsky el "modelo actor" seria el antiexhibicionista, el hombre que se ofrece en su máximo grado de desnudez, desprovisto de sus muecas y gestos imposto­res, reproduciendo un encuentro inédito con el especta­dor en cada representación.
Desde este estado de pureza, cada encuentro es un intento casi místico de integración máxima con el espec­tador.

El actor desprovisto de sus muecas, a través de un largo y doloroso proceso de aprendizaje, se ofrece como modelo al espectador, provisto en este caso del ropaje de gestos impostores.

Para Grotowsky la relación dialéctica actor-publico sería casi opuesta a la del teatro convencional.

Este artículo fue publicado en el nº 1 de Saverio, revista cruel de teatro en el mes de mayo de 2008.

http://revistasaverio1eduardopavlovsky.blogspot.com/

miércoles, 1 de julio de 2009

Noches de ensayos y clases

Ahora nos encontramos todos los días. El grupo trabaja muy intenso en sus monólogos chejovianos. Anoche se dio un salto, con algúnn traspié, claro, si no pasa algo... no es salto.
Me perece un buen momento para recordar cosas que hemos hablado en nuestras charlas teóricas.
Porque en los Solos hay algo con el artificio y la representación que está en juego.
Se representa, pero se presenta también. Hay artificio, pero el artificio se muestra.
Dejo una cita...

Apostar por la no-representación significa una apuesta real por el directo en el contexto de una sociedad que mediatiza la vida y los acontecimientos hasta extremos demenciales. Los media hablan de “retransmitir en directo”, de “conexión en directo” pero es una operación cínica. No hay directo, hay re-presentación. Es decir: la puesta en funcionamiento de mecanismos dramáticos de acción, espacio y tiempo que nos hacen creer que lo que vemos es “real” (y lo obsceno es que lo es. El dolor, la guerra, la pobreza son reales) No ofrecen “la realidad”, sino su espectáculo.  
Suprimir el re de la representación (en el caso concreto del teatro) no sería otra cosa que apostar por presenciar sin mediación las intensidades físicas y emocionales de los intérpretes, atestiguar la inmediatez de lo que ocurre, de los pensamientos y las acciones que se están poniendo en juego. Las coordenadas espacio-temporales de la escena y la platea son idénticas, su “momento histórico” también es el mismo, por eso es improcedente convertir ese espacio in-mediato en un nuevo espacio mediatizado donde insistir en la mentira. El teatro deniega la ilusión: se ven los trucos. La no-representación es algo que no se cuestiona cuando se asiste en directo a un concierto de rock, por poner un ejemplo. Sólo al teatro parecen pedírsele cuentas cuando prescinde de la representación y apuesta por el presente de la presentación escénica.

Misión imposible
representación, presentación, irrepresentable

Marta Galán
Archivo Virtual de Artes Escénicas