domingo, 26 de julio de 2009
Más de Bartís: la verdad está en el lenguaje
"El teatro, sumatoria de escenas que se ignoran, que se hacen señas entre sí, que se desconocen. El intento de a través de los procedimientos teatrales de crear una malla, una ligazón que no es el sentido, que no es la narración tradicional, sino la construcción poética que genera una "verdad" proveedora de formas: el lenguaje"
"Uno debe creer en el ensayo. Producir un "nosotros", aislado del mundo, muy singular, como si fuera un grupo de expedicionarios perdidos en el desierto en búsqueda de una especie de talismán, que sería la obra o el espectáculo que durante mucho tiempo no existe y se ve como una quimera, como algo utópico, que uno necesita encontrar para darle legalidad a ese deseo y esa voluntad de juntarse y ensayar."
El oficio del actor
"Creo que el actor no ejecuta sino que se ejecuta. Es decir, de alguna manera, se suicida para ser otro. Lo interesante nos es tanto la composición del personaje sino la descomposición de la persona. Cierto tipo de técnicas se han preocupado casi exclusivamente por la construcción de ese otro sin atender a que, curiosamente, el ser actor, también entraña ese movimiento sacrificial por el cual alguien similar a cualquiera de nosotros, de pronto nos es infinitamente extraño por el lugar en el que queda colocado. Ese lugar desde donde representa, a través de una gran condensación expresiva, aquello, que nosotros, espectadores, también somos.
El asistir a este ritual, a esta transformación, implica un verdadero momento de fractura dentro del actor; es un toparse con ciertas zonas oscuras...
...el actor es la sustancia, y la actuación es la tarea... el actor: ese conjunto de recuerdos, fantasías, asociaciones, músculos y lastimaduras. Ahora la tarea sería justamente la ejecución como yo, desde ese que soy, produzco un movimiento que me hace desaparecer para que aparezca el otro, el personaje. desparecer en un sentido aparente, porque por otro lado, nunca estoy más presente, que cuando estoy actuando."
El objeto teatral es el cuerpo del actor, sus emociones, sus sentimientos, sus experiencias, y se ponen en juego para crear una realidad paralela que da por resultado un cuestionamiento ostensible de la realidad como tal.
El actor actúa la obra y otras cosas que le suceden en ese momento, la percepción de la sala, su propia historia personal, asociaciones, ritmos, texturas. Multiplica el propio sentido en el momento mismo de realizarla. ... (y debe evitar) la presencia de fuerzas negativas durante la actuación que tienen que ver con no sumergirse plenamente en el acontecimiento que está sucediendo..."
Ricardo Bartís, Cancha con Niebla, editor Jorge Dubatti. Atuel Teatro, Argentina.